
A NIVEL DE NUESTRO SISTEMA RESPIRATORIO:
El aparato respiratorio posee unos mecanismos de defensa:
Por una parte, la sangre que rodea los alveolos pulmonares posee un sistema inmunitario que nos defiende y que es destruido por la exposición continua al humo del tabaco.
También los pulmones poseen células que arrastran y eliminan todo aquello que es irritante, pero debido al tabaco degeneran y pierden dicha capacidad.
Estos síntomas están presentes en las enfermedades respiratorias asociadas al consumo de tabaco como:• la bronquitis crónica
• el enfisema
• el asma bronquial
El humo del tabaco deteriora las arterias, las venas y los capilares, facilitando la arteriosclerosis. La arteriosclerosis consiste en una obstrucción de los vasos sanguíneos y una pérdida de elasticidad en sus paredes que hace difícil que circule la sangre por nuestro cuerpo.
Debido a la nicotina del tabaco, aumenta la frecuencia cardíaca, se contraen las paredes de las arterias, se reduce el diámetro de los vasos y se aumenta la presión arterial. En relación a ésto pulse aquí.
El monóxido de carbono disminuye la cantidad de oxígeno que puede llegar a la sangre y como consecuencia a otros tejidos como el del cerebro, las extremidades y el propio corazón.
• La enfermedad coronaria (Infarto de miocardio y angina de pecho)
TABACO Y CÁNCER
El consumo de tabaco aumenta el riesgo de cáncer. Los alquitranes del tabaco desencadenan el desarrollo de tumores.
El tabaco provoca cáncer de pulmón y está asociado con el cáncer de la cavidad oral, faringe, laringe, esófago, estómago, páncreas, vejiga, riñón y uréter.
TABACO Y EMBARAZO
La nicotina hace que lleguen menos nutrientes al feto, es decir, que esté peor alimentado y que los latidos de su pequeño corazón, sean más rápidos.
El monóxido de carbono, por otro lado, ocasiona que al bebé le llegue menos oxígeno.
Fumar en el embarazo, provoca:
• Menor peso al nacer de los hijos/as.
DETERIORO DE LA SALUD EN LOS FUMADORES INVOLUNTARIOS
Se denominan así a aquellas personas que no siendo fumadoras, inhalan involuntariamente el humo del tabaco que consumen otros fumadores a su alrededor.
En ambos casos el humo puede llegar a un no fumador, pero especialmente con la corriente secundaria se liberan partículas más pequeñas, con más probabilidad de depositarse en el pulmón de las personas que respiran el aire contaminado por el humo del tabaco. En consecuencia, los efectos para la salud en el fumador involuntario, pueden ser prácticamente los mismos que los que se producen en el fumador activo.
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